Hace poco tuve la oportunidad de volver a ir a Rio de Janeiro. Sinceramente, creo que hay pocas ciudades tan lindas en el mundo. Tiene una mezcla casi única de mar, playas, selva, terreno y a la vez, civilización, cultura y todo el movimiento de una urbe de más de 10 milliones de habitantes. La primera vez que fui a Rio fue hace unos 4 años y me sorprendió gratamente. Vale aclarar que adoro Brasil. Durante años pasaba veranos interminables en la isla de Santa Catarina, en la playa de Lagoinha (http://g.co/maps/ysxa4) y fue ahí que aprendí a hablar Portugués, disfrutar de las Caipirinhas (y sus hermanas, Capirissima y Caipiroshka), adorar los "camarão a milanesa" y como no, apreciar el ritmo de vida de los Brasileros. De alguna manera, la samba es un ritmo de música al cual es imposible no bailar. Aunque tengas dos pies izquierdos como yo.
Hoy Rio se ha vuelto carísima. Con la explosión económica de Brasil, comprar propiedad en la ciudad es una locura. Precios que han subido casi un 100% en los últimos 18 meses. Y sin embargo, me encantaría vivir allá al menos algunos años. Es cierto que tiene ciertos problemas de seguridad. Y un gran bagaje de desigualdad social. Pero si bien puede ser un poco más peligrosa que Buenos Aires, creo que con un poco de sentido común uno puede mantenerse seguro. Y la desigualdad social es una brecha que, en mi opinión, se va cerrando o al menos las clases más pobres van mejorando respecto a hace 20 años. Quizás es solo una ilusión, ceguera mía de una ciudad que me gusta tanto, pero creo que es una de esas ciudades que hay que conocer al menos una vez en la vida.
Aún no he pasado un año nuevo en Rio -que, supuestamente, es genial- ni mucho menos un carnaval. El carnaval en Brasil implica una semana donde la ciudad se para. Donde no pasa más nada que el carnaval. La ciudad se viste de fiesta y no se trabaja. Y si me baso en otros carnavales que pase en Brasil, como en Florianópolis, no quiero imaginar lo que sería en de Rio.
Sí, es cierto también que es una ciudad de contrastes. Donde casas y departamentos de millones de dólares están al lado de las Favelas más pobres de la ciudad. Donde se mezcla rico y pobre de manera sorprendente. En pocos lugares se ve esto más claro que en Lapa. Lapa es un barrio pobre en el zona céntrica de la ciudad, pero donde los viernes y sábados, más de 100.000 personas se juntan a bailar Samba en las calles y antros de la zona. Y se ve todo el extracto social de Rio, desde ricos a pobres bailando la misma música, comiendo la misma comida y simplemente disfrutando. Sí, hay que prestar atención cuando salís en Lapa, y no andar con el celular en la mano o la billetera en el bolsillo trasero del pantalón. Robos y hurtos son frecuentes, en especial hacía los turistas como uno. Pero también es una experiencia única. Increíblemente divertida y una faceta más de Rio que hay que ver.
Bueno, de momento esto es todo por hoy, pero volveré pronto!
Pero cuando volví a Brasil - y llegué a Río por primera vez - me encontré con un clima único. Una ciudad donde las playas (y esto era agosto - osea, invierno-, vale aclarar) estaban llenas. Pero no de turistas, sino de Cariocas (el patronímico de los habitantes de Rio de Janeiro). La gente se iba a la playa después de la oficina. Tomabas el subte (o metro) y veias alguien cargando una tabla de surf. Llendo al mar. Me pareció genial. Una sociedad que venera el aire libre, el salir, el pasarla bien. Caminando por las calles de rio, canciones como Garota de Ipanema es como que cuadran perfectamente. No se porqué, no lo puedo explicar, pero entre la mezcla de mar, de frondosas selvas tropicales al lado, de juegos frescos y de gente linda. Aca encontré un video que creo la municipalidad de Rio cuando se postulaban como candidatos a los juegos Olímpicos de 2016. Creo que apenas empieza a dar una idea de lo que es la ciudad.
Hoy Rio se ha vuelto carísima. Con la explosión económica de Brasil, comprar propiedad en la ciudad es una locura. Precios que han subido casi un 100% en los últimos 18 meses. Y sin embargo, me encantaría vivir allá al menos algunos años. Es cierto que tiene ciertos problemas de seguridad. Y un gran bagaje de desigualdad social. Pero si bien puede ser un poco más peligrosa que Buenos Aires, creo que con un poco de sentido común uno puede mantenerse seguro. Y la desigualdad social es una brecha que, en mi opinión, se va cerrando o al menos las clases más pobres van mejorando respecto a hace 20 años. Quizás es solo una ilusión, ceguera mía de una ciudad que me gusta tanto, pero creo que es una de esas ciudades que hay que conocer al menos una vez en la vida.
Aún no he pasado un año nuevo en Rio -que, supuestamente, es genial- ni mucho menos un carnaval. El carnaval en Brasil implica una semana donde la ciudad se para. Donde no pasa más nada que el carnaval. La ciudad se viste de fiesta y no se trabaja. Y si me baso en otros carnavales que pase en Brasil, como en Florianópolis, no quiero imaginar lo que sería en de Rio.
Sí, es cierto también que es una ciudad de contrastes. Donde casas y departamentos de millones de dólares están al lado de las Favelas más pobres de la ciudad. Donde se mezcla rico y pobre de manera sorprendente. En pocos lugares se ve esto más claro que en Lapa. Lapa es un barrio pobre en el zona céntrica de la ciudad, pero donde los viernes y sábados, más de 100.000 personas se juntan a bailar Samba en las calles y antros de la zona. Y se ve todo el extracto social de Rio, desde ricos a pobres bailando la misma música, comiendo la misma comida y simplemente disfrutando. Sí, hay que prestar atención cuando salís en Lapa, y no andar con el celular en la mano o la billetera en el bolsillo trasero del pantalón. Robos y hurtos son frecuentes, en especial hacía los turistas como uno. Pero también es una experiencia única. Increíblemente divertida y una faceta más de Rio que hay que ver.
Bueno, de momento esto es todo por hoy, pero volveré pronto!